miércoles, 25 de enero de 2012

Revolución internacional.

A pesar de que al principio los comentarios se sucedían ("No puedo ver X serie", "¿Y ahora como descargó las películas?"), lo acontecido va mucho más allá que una incomodidad para los internautas. La infracción cometida con los derechos de autor y los beneficios obtenidos por Kim "Dotcom" supone una violación en toda regla contra el copyright. Es cierto que esta persona se ha lucrado de las creaciones del resto y que a partir de ello ha logrado dar con un alto poder económico, pero a la mayoría del mundo, esta decisión no ha gustado. Yo me incluyo. Era fiel a este servicio, últimamente lo utilizaba a diario para poder ver una serie que ya se ha dejado de emitir y, como yo, millones de personas se han sentido identificadas. Además, no ha sido el único servidor eliminado. El resto, por miedo a represalias, ha suprimido todos sus enlaces. Poco a poco, lo que hoy entendemos por Internet está dejando de serlo y las consecuencias son para todos. Lamentablemente, fuera de la violación cometida, el caso ha mostrado una vez más como alguien que se aprovechó de unos archivos -diversos, es cierto- podría cumplir una condena superior a la de un asesino que se ha llevado una vida por delante. El futuro en este ámbito está aún por ver: ¿Renacerá Megaupload u otro de los servicios similares o estará enterrado por siempre? Solo el tiempo lo dirá.

Insisto, no estoy de acuerdo con esto pensando egoístamente y solo teniendo en cuenta los archivos que ya no podré disfrutar. No obstante, las leyes incumplidas han sido diversas y si aún queda un poco de justicia en este mundo, que lleve a cabo su cometido.

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